Escribe Hugo G. Pérez
Muchas veces la gente olvida que vive en una comunidad y que como integrante de ésta debe cumplir con sus obligaciones de ciudadano y disfrutar de sus derechos, ahora bien no es posible hacer oídos sordos a las falencias que tenemos, a los inconvenientes diarios a los que somos sometidos y que no se le movilicen sus funciones para intentar involucrarse , conocer mas sobre la problemática social , intentar revertir situaciones adversas, exigir la resolución a inconvenientes cotidianos , formar parte de proyectos mas ambiciosos , alentar las buenas iniciativas, apoyar las gestiones bien encaminadas , destacar la transparencia de determinados actos , juzgar y condenar socialmente al hipócrita , al traidor o al mercenario…pero no, vivimos pensando en el circo, ese que nos atrofia el cerebro , que nos nubla la vista sin dejarnos apreciar la realidad , ese circo de la frivolidad interminable , pero que nos mete la mano en el bolsillo muchas veces hasta dejarnos sin el pan.
Muchas comunidades resolvieron sus problemas desde su idiosincrasia, desde sus raíces, exaltando sus virtudes como pueblo y desechando sus defectos, no dejándose alcanzar por los intereses mezquinos de un grupo, enarbolando la bandera del bien común.
A que me refiero con el circo, a que todos los seres humanos tenemos la necesidad de esparcimiento, de diversión, pero en su justa medida, no viviendo en un baile interminable, debemos pensar que como comunidad es hora de ponernos los pantalones largos.
No es posible que nos utilicen como potenciales clientes y se vayan sin dejar nada, haciendo uso y abuso de nuestros objetos
Hoy Lima es una comunidad madura, ya no nos deben conformar con pan y circo, queremos otras cosas.
Todo esta relacionado, no hay casualidades hay causalidades alguien dejo la puerta entreabierta para que pasen los que solo quieren su beneficio personal, por eso, debemos considerar todo en su justa medida, porque muchas dosis de Pan y Circo no nos dejan pensar y tenès que pensar, porque decidimos nosotros que queremos, mas en un año electoral, con todos los candidatos tirando de la cuerda en busca de su mas preciado botín.
El circo te entretiene por un rato pero la verdadera historia tiene que ver con el futuro, con lo que le dejamos a las generaciones que vienen y quieran seguir viviendo en Lima…
Para pensar…. |